miércoles, 9 de octubre de 2013

FÁBULAS PARA LA REFLEXIÓN: El mejor equipo.




A continuación, Copps psicólogos Valencia, presenta una fábula sobre lo importante y necesario  que es descubrir cualidades, en vez de perder el tiempo señalando los defectos de los demás.


Cuentan que, una vez, dentro de una carpintería se organizó una asamblea muy extraña. Se reunieron todas las herramientas del taller para pasar cuentas de sus diferencias.

El martillo asumió la presidencia, pero la asamblea le notificó que era necesario que renunciara a este cargo. ¿por qué causa? Hacia demasiado ruido!!! Además, se pasaba el día dando golpes.

El martillo aceptó la renuncia, reconociendo su parte de culpa, con una condición: que también fuera expulsado el clavo y el tornillo. El clavo, porque necesitaba muchos golpes para hundirse y el tornillo, porque necesitaba que le dieran muchas vueltas para que sirviera par algo.

Ante este ataque, el tornillo y el clavo aceptaron marchar, pero con una condición: que también fuera expulsada la lima. Ésta, dijeron es muy áspera en su trato y siempre genera fricciones con todos.

La lima también estuvo acuerdo, pero con una condición: que se expulsara al metro, ya que siempre se pasaba el día tomando medidas a los otros según su propia medida, como si él fuera el único perfecto.

En medio de la tensión que cada vez se iba haciendo más fuerte, entró el dueño de la carpintería. El carpintero se puso el delantal y empezó a trabajar con todas sus herramientas. Utilizó el martillo, la lima, los clavos, los tornillos y el metro. Así la madera, inicialmente tosca, se convirtió en un mueble muy bonito.

Cuando la carpintería se quedó nuevamente en silencio, la asamblea volvió a deliberar de nuevo. Entonces, la sierra tomó la palabra: Señores, ha quedado bien demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Esto es lo que nos hace valiosos. Por tanto, creo que es mejor que pensemos más en nuestros puntos defectuosos y que nos concentremos en la utilidad de nuestras cualidades".

La asamblea, entonces, tomó conciencia de la fortaleza del martillo, que los tornillos y los clavos unían y daban fuerza, que la lima era especial para afinar y sacar aristas y también observaron que el metro era preciso y exacto.

Después de esta constatación, se sintieron un equipo capaz de producir obras bellas y nobles de calidad. Se sintieron orgullosos de sí mismos y de trabajar juntos.


REFLEXIÓN:

Ocurre lo mismo con las personas. Cuando en una empresa el personal se entretiene con los defectos de los otros, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, cuando se trata con sinceridad de mirar los valores de los otros y sus puntos fuertes, es cuando se consiguen las mejores obras humanas. Es fácil encontrar defectos, cualquiera lo puede hacer; pero encontrar cualidades, es de espíritus superiores que son capaces de dar éxito a todos los proyectos humanos.












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