jueves, 20 de febrero de 2014

ABURRIMIENTO EDUCATIVO



Es una lástima, pero por mucho que se empeñen nuestros competentes educadores y por mucho que insistan nuestros incompetentes políticos en incesantes y sospechosos cambios de leyes y programas educativos, los estudiantes, siguen aburriéndose en las aulas.

El aburrimiento es la esencia de la pérdida de tiempo y eso es lo que enseñamos a los escolares (a perder improductivamente el tiempo).

Es el entusiasmo lo que hace avanzar al género humano y no el aburrimiento.

De cualquier forma en lo que creo que todos coincidimos es en la necesidad de establecer, educativamente hablando, una base de conocimientos básicos necesarios y regulares. Tanto en materia escolar como formativa. Una base que impulse el "aprender a aprender". Una base de información de conocimientos esenciales dirigidos a la interacción positiva de los conocimientos y a preparar a los individuos y sociedades a actuar a tenor de los dictados de las nuevas situaciones de una sociedad en continuo cambio respecto a su evolución tecnológica, artística y científica. Una base de conocimientos y formación que no descuide una educación en valores para una sociedad en constante crisis, que sólo fomenta y ampara el individualismo, la competitividad, la codicia y la incertidumbre; además de todo el elenco de actividades y sentimientos derivados de aquellos (corrupción, competitividad, insolidaridad, tensión, envidia, crispación, fraude,...etc.

Quizás alguien diga que estos sentimientos negativos son intrínsecos y crónicos en el género humano, pues bien, yo les respondería a ellos, que hay muchos estudios actuales que demuestran que esas actitudes también se aprenden y por lo tanto también se pueden desaprender.

Paradójico "enseñar para desaprender, o por lo menos no fomentar lo que fomenta un mundo que tiende a perpetuar aquellas cosas que nos hacen daño, nos perjudican y envenenan.




VÍCTOR RAMS               COPPS PSICÓLOGOS VALENCIA SLP







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