miércoles, 7 de mayo de 2014

LA GENERACIÓN DE LOS NACIDOS EN LOS 80 Y LA CRISIS


La generación nacida en los 80 será en Europa la primera generación que no conseguirá vivir mejor que sus padres, a pesar de estar mucho más formada que ellos.

La formación se alarga y laboralmente se considera joven a alguien de 30 años, por lo que aumenta ese segmento de población con unas expectativas que no se cumplen porque el sistema productivo parece que avance en otra dirección.

Se desvaloriza el esfuerzo y el trabajo, y se crea frustración. 
Esta sociedad ha alcanzado un confort extraordinario que no ayuda a plantearse cambios. Esta generación vive en la provisionalidad, son adultos obligados por las circunstancias en comportarse como eternos adolescentes donde su poder adquisitivo a la baja se ha sobrepuesto a sí mismo tirando de crédito. Pero la banca cerró el grifo y comenzó una crisis, la crisis del consumo y para consumir hace falta disponer de dinero.

Es un círculo vicioso del que solo podremos salir si potenciamos el espíritu emprendedor de esta generación que de esta manera tiene que asumir el riesgo y estar abierta al futuro, pues en una época de crisis surgen las oportunidades.

En otro orden de cosas, esta juventud está siendo más conservadora. Sus padres protestaron, vivieron la revolución sexual, aceptaron las parejas gays...... mientras ahora sus hijos parecen añorar cierta estabilidad, determinados valores y defienden las bondades del compromiso.

Respecto al resto de grupos de edad nacidos por encima de los 80 hasta llegar a la generación Baby boom y generalizando y heterogeneizando edad y sexo podemos decir que vivimos un fenómeno que puede resumirse en el "miedo a crecer". La fase de la adolescencia se ha estirado hasta límites inimaginables. Es el síndrome de "Peter Pan", un síndrome que ha calado en profundidad en las sociedades occidentales.

Los adultos y mayores no se resignan a ser considerados como los abuelos de antaño. No se sienten mayores. Ya hay adultos que se quieren dar de baja de redes sociales, porque no quieren compartirlas con sus padres.

Respecto a la situación de la mujer, la presencia de las mujeres en la política o en los cargos directivos de algunas empresas se ha incrementado, y en conjunto, su acceso al mundo laboral ha ascendido de manera notable respecto a las últimas décadas del siglo anterior y siempre hablando de los países de nuestro entorno.

Las estadísticas indican que ellas siguen ocupando la mayoría de los puestos de trabajo peor valorados y que por el mismo empleo que un hombre todavía cobran un 17% menos. Además, sus jornadas siguen siendo interminables, porque el trabajo del hogar y las responsabilidades familiares aún no son compartidas de forma equitativa entre ambos sexos.

El tema actual más grave respecto a los temas de discriminación de la mujer, la violencia de género, ya no se contempla con la misma mirada que antes. El asunto ha pasado de formar parte del ámbito privado, de algo que había que asumir como parte de la vida en pareja, a verse como una lacra social. La violencia se ha visualizado y las mujeres que la padecen están protegidas ante la ley.

Pero el fenómeno de la "crisis económica de los últimos cinco años", sigue y seguirá siendo el condicionante número uno en esta generación: la falta de expectativas, el desánimo, la indefensión aprendida, la frustración, el pesimismo, ........., se ha convertido en una lacra social sin precedentes y con unas consecuencias en el campo de la salud mental, cuyas cifras comienzan poco a poco a conocerse y que la OMS ha ido considerando. Para esta organización, en el año 2020, la depresión, se considerará en todos los países de nuestro entorno cultural como la enfermedad más abundante, por encima de cualquier otra patología, física y mental.




VICTOR RAMS                                                           COPPS PSICÓLOGOS VALENCIA SLP 


































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